domingo, 31 de enero de 2010

Carta de Mario

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Estimados amigos:
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Hago un alto en el camino para evaluar algo de mi vida. Se ve que realmente ésta empezó a los cuarenta.-
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Antes sólo aprendí a tratar de vivir. Recién a los 40 tuve la firmeza y la experiencia suficientes para saber cómo vivir.
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A los 10 años no somos responsables de nada, son los padres los que realmente lo conducen a uno. En la adolescencia y juventud jugamos a ser independientes, pero siempre hay alguien que viene y arregla los desbarajustes que por emotividad, voluntarismo y un toque de rebeldía, hemos cometido por el mundo. Los 30 años es una edad realmente difícil, asumimos responsabilidades plenas como el matrimonio, la familia. Antes solamente pensábamos en uno mismo. Ya con responsabilidades de familia las cosas eran totalmente diferentes.
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Así es como nos llegan los 40 años, con experiencias vividas, con lecciones aprendidas, aun con vigor físico e intelectual. Con el equilibrio ideal entre energía y conocimiento. Es el momento perfecto para empezar a SER en la vida. A pasar por la vida y no sólo que la vida pase por uno.
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La edad de los 40 es la de los mayores retos humanos en nuestra época. Me tomó a fines de un siglo, con una humanidad muy venida a menos a pesar de los avances tecnológicos. La verdad que no tenemos la más mínima idea de la calidad de Mundo que dejaremos a nuestros descendientes. La tarea emprendida fue ardua empezar ahí donde otros fracasaron, sabiendo que ya no habrá nadie atrás que resuelva lo que estamos haciendo.
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Hoy el reto de una persona sesentona como yo no es cumplir con el reto necesariamente, el reto es cumplir con el juicio de si mismo. Ciertamente que hay gente de 40, pero que aun se comportan como infantes, copiando lo que han inspirado otros, colgándose del saco de los más veteranos, sin capacidad alguna de plantear algo propio. Esos no tienen edad real, siguen necesitando de un papá que los dirija y los anime. Habra que esperar un poco para que les llegue la solidez de los 40 años.
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Más no es ese el caso de la mayoría de mis amigos del café, compañeros verdaderos “cuarentones” y sesentones de esta época. A las amigas que enfrentamos dictaduras, crisis económicas , que combatimos contra la desocupación, que crecimos a la sombra de una justicia y políticos corruptos. Crecimos juntos, nos forjamos juntos, seguiremos juntos, porque podríamos hacer la verdadera renovación juntos.
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Cambiemos, la vida empieza a los 40, a todos los jovenes de buena voluntad, ha llegado el momento que le demos un nuevo rumbo al derrotero de nuestro país, los sesentones lo vamos apoyar.
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Mario Quijandría Alcázar --
maquialc@hotmail.com

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