Cuántas veces vi la Luz...
Cuántas otras las Tinieblas...
Innumerables.
La formas se deformaban,
mientras las nadas aparecían.
Luego... el silencio.
La quietud.
El estar sin ver...
El sentir sin poder...
Así fueron siempre,
en el eterno devenir.
Las veces que nací...
Las veces que morí...