Desafío maravilloso

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Mi última asistencia a un retiro fue en diciembre de 2006 a Santa Teresita. Por distintos motivos, no asistí a los dos del año 2007 (invierno Tandil y verano, San Cayetano). Pero tuve la suerte de participar del último, realizado entre el 10 y 13 de Octubre del presente.
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Realmente fue una sorpresa total haber podido comprobar la desenvoltura que físicamente, me permitió trabajar en todo el desarrollo de las actividades indicadas por quien nos coordina habitualmente, en especial en todo aquello que implica trabajo corporal, como es el de escalar el cerro, plagado de todo tipo de piedras, grandes, pequeñas, irregulares, rodeadas de pasto, arenas, etc. en ningún momento pasó por mi mente la duda si podría o no avanzar, a pesar de lo dificultoso que podría presentar su aspecto.

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Allí estaba yo con mis setenta y un años y mi alma segura de poder hacerlo. Lógicamente algunos de los compañeros que me antecedían, o estaban detrás de mí me ofrecían su mano para ayudarme. El trayecto se hizo en una primer parte sin calzado y en la segunda con zapatillas.
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En determinado momento yo iba marchando sola y con mucha atención sobre el trecho que estaba transitando. Al terminar ese pequeño tramo, unos metros más adelante, se habían detenido tres personas, creo un chico y dos chicas, y me di cuenta de que observaban a ver de qué manera me las arreglaba, ya que ni bien estuve en terreno no peligroso pude escuchar
“¿ves?, está mejor que vos”, y seguí el camino, llegando al final sin tropiezo alguno.
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Pienso que absolutamente todos los trabajos realizados proporcionan un valioso aprendizaje, ya que en lo personal, he podido apreciar que cuándo estamos sentados en el suelo, y Ricardo indica que se pronuncien las preguntas que cada uno pensó en formular, escuchar las distintas inquietudes, que surgen de cada una de las personas asistentes, resultan apasionantes, ya que mi mente permite un rápido análisis de comparación con lo que a mi yo interior le ocurre.
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Demás está decir que haber logrado este desafío, sumado a todos los trabajos, ya sean físicos y de meditación han significado para mí, la concreción maravillosa a la que se puede aspirar y es difícil de explicar taxativamente la sensación de paz y bienestar que reina en todo mi ser.

Elba Alvarez --------
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